El mítico Kurt Savoy es un músico de Andújar que un día, por casualidades del destino se topó nada menos que con Ennio Morricone en la época de los spaguetti-western de Sergio Leone en Almería.
Parece ser que el maestro Morricone le oyó silbar y decidió incluirle como un instrumento más a algunas de sus composiciones. Así, Kurt Savoy se convirtió en un sonido esencial y sello de la casa de algunas de las bandas sonoras más memorables de la historia del cine: "El bueno, el feo y el malo", "La muerte tenía un precio", "Por un puñado de dólares" y un interminable etcétera...
Pues bien, hemos tenido la oportunidad de conocer a esta persona tan influyente para nosotros y hemos un ser humano fascinante, humilde y espontáneo.
Tan humilde y espontáneo que, cuando sacamos nuestros iPhones como si fuesen Colts, retándole a improvisar un silbido para todos sus fans, el forajido Savoy no dió un paso atrás y nos deleitó con esta pequeña joya que dura segundos pero vale un potosí para mitómanos del western y del buen cine como nosotros.